BACALAO A LA NATA

La primera vez que hice esta receta fue por Navidad y tuvo muchísimo éxito. Venía a comer mi suegro y como le encanta el bacalao pues me puse a buscar alguna receta. No me acababa de convencer ninguna así que mezclé varias y este fue el resultado.

Para cortar las patatas y la cebolla he utilizado una mandolina pero no es necesaria. Además hay que tener mucho cuidado con ella porque la carga el diablo. Me la había regalado mi hermana Mamen y nunca había usado una. ¡Madre mía, qué torpe fui! El día de Nochevieja haciendo la cena me corté con ella en un dedo y tuve que ir corriendo a urgencias. Me hicieron una cura y volví a casa con un vendaje algo aparatoso y sin poder hacer casi nada. Lo único bueno fue que no pude fregar en varios días.😂😂😂. Así que cuidado.

Cómo sería la anécdota de la mandolina que mi hermana Ana me dijo que le pusiera de nombre al blog "Inés y su mandolina". Mirad qué graciosa.😠😠😠😠. Lo que se han reído de mi torpeza.

Voy con la receta.

Ingredientes para cuatro personas.
Dos filetes de bacalao al punto de sal

Una cebolla

Cuatro patatas medianas
200 ml. de nata
Aceite de oliva virgen
Ajo
Leche
Sal y pimienta

Nota: se puede hacer también con bacalao fresco pero no queda tan rico. Mejor usar al punto de sal o desalado. Como ya está en su punto no hace falta echarle sal.

Elaboración.

Quitamos la piel al bacalao y dividimos cada filete en cuatro trozos. (En mi caso, Mise y Felipe de Pescadería Miremar en Santa Marta de Tormes, me lo preparan de maravilla. Hasta le retiran la espina y queda limpio totalmente).
Cortamos la cebolla en aros  finitos y pochamos bien con una pizca de sal. Mientras se hace, freímos las  patatas en rodajas finas.

Para ello me he ayudado de la famosa mandolina pero se puede hacer a cuchillo.

Una vez que tenemos la cebolla y las patatas las reservamos sobre papel de cocina para quitarles el exceso de aceite.
En el aceite de freir la cebolla doramos un ajo aplastado y lo retiramos. Freímos ligeramente en ese aceite los trozos de bacalao. Vuelta y vuelta.

Hay que tratarlos con mucho mimo para que no se rompan.
En una bandeja apta para el horno (la mía es de pirex) ponemos una cama de patatas, el bacalao y la cebolla por encima. Regamos con la nata y un chorrito de leche. Espolvoreamos una pizca de pimienta.
Metemos en el horno precalentado y horneamos a 220 grados durante 10 minutos. Damos un golpe de grill y lo tenemos listo.

Espero que os guste.