CARPACCIO DE MELÓN



¿A quién no le ha pasado que compró un melón pensando en que estaría buenísimo y resulta que era insípido y malísimo y no se podía ni comer?
Pues eso es lo que me pasó con este melón y como no se puede tirar nada pues lo aproveché en este postre y resulta que quedó muy bueno.
Claro está que si el melón es dulce quedará mucho más rico.
Resulta algo llamativa la mezcla de sabores pero os aseguro que os sorprenderá gratamente.

Ingredientes para cuatro personas.
Un cuarto de melón
Dos cucharadas de miel
Cuatro cucharadas de vino dulce (el mío era Pedro Ximénez)
Almendra caramelizada en trocitos
Chocolate negro
Una pizca de queso curado (eso va en gustos. El mío era roquefort)

Elaboración.
En primer lugar vamos a cortar el melón en láminas muy finas. Cortamos en rodajas y quitamos la cáscara. Después con ayuda de una mandolina o un cuchillo bien afilado haremos láminas lo más finas posible y las colocamos en un plato de forma artística para que quede más bonito (pensad que la presentación es importante porque también se come con los ojos).
Para hacer la salsa mezclamos muy bien en un bol la miel y el vino dulce. (Si nos cuesta un poco lo mejor es meterlo unos segundos en el microondas para que la miel esté más líquida).
La vertemos sobre el melón y espolvoreamos con la almendra y unas virutas de chocolate. También añadimos el queso en trocitos muy pequeños.
Reservamos en la nevera hasta el momento de servir.

Una mezcla de sabores que combinan muy bien.

Espero que os guste.

 

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