BERENJENA CON MIEL




Hoy os enseño una receta que no puede ser más sencilla.
Su origen está en la cocina árabe y es muy típica de la gastronomía andaluza como buena guardiana de su legado. 
Había oído hablar de ella pero nunca la había comido. Hasta este verano pasado que nos fuimos de vacaciones a Andalucía. Fuimos a conocer Grazalema, uno de los pueblos blancos, y la tenían en la carta del restaurante donde comimos.
Nos gustaron mucho y seguramente a los niños les encantarán ya que parecen patatas fritas.
Una forma distinta de comer berenjenas y que podemos usar como acompañamiento de cualquier carne o pescado. Como entrante sin más están buenísimas.

Ingredientes para cuatro personas.
Una berenjena mediana
Leche
Sal
Harina
Aceite de oliva virgen
Dos cucharadas de miel 
NOTA: hay recetas en las que pone que es fundamental introducir la berenjena ya cortada en agua con gas para que quede más crujiente. Yo no la he usado y quedó bien.

Elaboración.
En primer lugar pelamos la berenjena, la cortamos en bastones finos y los ponemos en un recipiente cubiertos de leche durante media hora para que pierdan el amargor .
Pasado el tiempo escurrimos bien y secamos con papel de cocina. Salamos y pasamos ligeramente por harina ( yo suelo echar harina en una bolsa de plástico o de papel y voy añadiendo los bastones. Sacudo bien la bolsa para que se enharinen con una fina capa).
Freímos los bastones de berenjena en aceite de oliva virgen bien caliente. En tandas pequeñas para que el aceite no se enfríe y queden crujientes. Tardan muy poco tiempo en hacerse. En cuanto se empiecen a dorar los sacamos a un plato con papel absorbente.
Sólo nos queda regarlos con la miel (si está aterronada o muy densa la podemos volver más líquida calentándola unos segundos en el microondas o al baño maría).

Servimos inmediatamente.

Espero que os guste.


 

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