BOMBA DE PIÑA Y NATA
Para celebrar que ayer fue mi cumpleaños hoy público la receta de un postre fresquito y que no necesita horno.
Una tarta clásica y muy fácil de hacer.
Para darle ese aspecto semiesférico he utilizado una ensaladera pequeña forrada con plástico de cocina. Así se desmolda perfectamente.
Ingredientes.
Un bote de rodajas de piña en su jugo (en mi caso fueron cinco pero dependerá del tamaño del molde y de las rodajas de piña)
400 gr. de nata para montar
100 gr. de leche condensada
Bizcochos de soletilla o dos planchas de bizcocho para tartas
El jugo de la piña
Cerezas en almíbar para decorar
Elaboración.
En primer lugar montamos la nata, que tiene que estar muy fría, con unas varillas eléctricas o con un robot de cocina.
Una vez montada añadimos la leche condensada y mezclamos con movimientos suaves y envolventes. Lo haremos con una espátula o una cuchara.
Montaje.
Forramos por dentro nuestro molde con plástico de cocina y colocamos las rodajas de piña. Una en el fondo y las demás alrededor. En cada hueco ponemos una cereza en almíbar.
Rellenamos con la mitad de la nata montada. Presionamos un poco la nata para que se cuele por todos los huecos que quedan entre la piña.
Colocamos una capa de bizcochos o del bizcocho para tarta cortado a la medida y que habremos mojado con el jugo de piña.
Rellenamos con el resto de nata y ponemos otra capa de bizcochos remojados. Estos bizcochos serán nuestra base de la bomba cuando desmoldemos.
Cubrimos con plástico de cocina y ponemos un peso encima (puede ser un brick de leche) para que quede bien prensada.
Metemos en la nevera durante al menos dos horas (yo la tuve toda la noche).
Sacamos de la nevera, retiramos el plástico con el que la cubrimos y con cuidado le damos la vuelta sobre un plato.
Solo nos queda quitar el film de cocina que la envuelve y disfrutar de su sabor.
Espero que os guste.
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